Bueno, para los que no sabían, se me da escritor nomás como hobbie, pero espero desarrollarlo más conforme pasen los años. Esta historia que voy a postear es una versión de un cuento que escribí cuando estaba en segundo de secundaria, gracias a ésta la escritura se convirtió en mi hobbie favorito... sólo atrás de los videojuegos, claro está. Gracias a los que se den el tiempo de leerla y espero que me dejen un comentario, queja, duda o sugerencia. Aquí va:
* Hace mucho tiempo, existieron dos grandes aldeas que parecían prosperar más que ninguna otra en el mundo. La riqueza de sus cosechas y sus ideales, tanto sociopolíticas y militares, hacia de cada una ellas un poderoso reino difícil de abatir. Sin embargo, ambas aldeas se encontraban en guerra desde años atrás, y la tensión entre ellas empeoraba día con día.
* En una granja situada entre ambas aldeas, vivía una hermosa niña de 9 años que todos los días salía a campo abierto a jugar. Todos los días que su mamá la mandaba por una cubeta de agua, aprovechaba para visitar un bello jardín de rosas blancas que ella misma se encargaba de regar. Era lo que más amaba en el mundo, y anhelaba que las rosas florecieran para poder venderlas en las aldeas más cercanas.
-Así podré ofrecerles a las personas un poquito de mi felicidad, y me sonreirán
* Ambas aldeas conocían a esa hermosa niña que siempre salía junto con sus padres a vender sus productos lácteos. Sin su presencia, sus padres no tendrían tanto éxito a la hora de vender. la simple pureza de su tierna carita alegraba el dìa a cualquiera. Nadie perdía la oportunidad de saludarla cuando pasaba por las calles en su humilde carretilla, y ella encantada les devolvía una sonrisa. Todo era felicidad para la hermosa niña de los quesos.
* Cuando llegó ese día, la niña se encontraba regando sus rosas, unos días más y estarían listas. De repente escuchó varios ruidos extraños a lo lejos. Subió por una colina y pudo divisar a lo lejos un enfrentamiento entre ambas aldeas. Habían demasiadas personas de ambos bandos, al parecer casi todas los habitantes decidieron participar en una batalla que sería decisiva para el futuro de ambos lugares.
* La niña no lo podía creer. Esas personas que siempre solían saludarle amablemente todos los dìas, peleando unos con otros. Eran irreconocibles. No pudo aguantar más y la niña decidió ir hasta aquel lugar, donde hablando con ellos, podrìa acabar con esto de una vez.
* Intentó detener con una sonrisa a dos personas que peleaban con garrotes, pero ambos ni se dieron cuenta de su presencia. A otros dos que peleaban a mano limpia, se interpuso entre ambos, pero sólo consiguió que la lastimaran. Cualquier intento de hacer razonar a las personas fallaba, ¿qué pasó con toda esa gente? Esa gente que siempre veía sonreír a diario, que parecían felices, ¿no era cierto? ¿era sólo una fachada para ocultarle lo que realmente el mundo es? Las rosas blancas ya no servirán de nada.
* Entre tanta duda, la niña no paraba de llorar silenciosamente, mientras a su alrededor, la gente seguía una lucha por decidir el mejor camino para vivir, por su futuro. Un futuro dónde la hermosa niña de los quesos que alegraba el mundo, no pertenecería. Ambas aldeas detuvieron su batalla al darse cuenta de ello. Para vivir en paz como una sola ciudad que, seguirá prosperando hasta el final de los tiempos, un inocente tuvo que morir, y lo único que quería era recordarles lo hermoso que puede ser el mundo, simplemente regalando una rosa blanca.
NOTA: En la versión original: la niña revive, con la misión de llevar paz a todo el mundo solamente regalando una rosa blanca
ROSAS BLANCAS
Por: Arturo Juárez Salinas
Por: Arturo Juárez Salinas
* Hace mucho tiempo, existieron dos grandes aldeas que parecían prosperar más que ninguna otra en el mundo. La riqueza de sus cosechas y sus ideales, tanto sociopolíticas y militares, hacia de cada una ellas un poderoso reino difícil de abatir. Sin embargo, ambas aldeas se encontraban en guerra desde años atrás, y la tensión entre ellas empeoraba día con día.
* En una granja situada entre ambas aldeas, vivía una hermosa niña de 9 años que todos los días salía a campo abierto a jugar. Todos los días que su mamá la mandaba por una cubeta de agua, aprovechaba para visitar un bello jardín de rosas blancas que ella misma se encargaba de regar. Era lo que más amaba en el mundo, y anhelaba que las rosas florecieran para poder venderlas en las aldeas más cercanas.
-Así podré ofrecerles a las personas un poquito de mi felicidad, y me sonreirán
* Ambas aldeas conocían a esa hermosa niña que siempre salía junto con sus padres a vender sus productos lácteos. Sin su presencia, sus padres no tendrían tanto éxito a la hora de vender. la simple pureza de su tierna carita alegraba el dìa a cualquiera. Nadie perdía la oportunidad de saludarla cuando pasaba por las calles en su humilde carretilla, y ella encantada les devolvía una sonrisa. Todo era felicidad para la hermosa niña de los quesos.
* Cuando llegó ese día, la niña se encontraba regando sus rosas, unos días más y estarían listas. De repente escuchó varios ruidos extraños a lo lejos. Subió por una colina y pudo divisar a lo lejos un enfrentamiento entre ambas aldeas. Habían demasiadas personas de ambos bandos, al parecer casi todas los habitantes decidieron participar en una batalla que sería decisiva para el futuro de ambos lugares.
* La niña no lo podía creer. Esas personas que siempre solían saludarle amablemente todos los dìas, peleando unos con otros. Eran irreconocibles. No pudo aguantar más y la niña decidió ir hasta aquel lugar, donde hablando con ellos, podrìa acabar con esto de una vez.
* Intentó detener con una sonrisa a dos personas que peleaban con garrotes, pero ambos ni se dieron cuenta de su presencia. A otros dos que peleaban a mano limpia, se interpuso entre ambos, pero sólo consiguió que la lastimaran. Cualquier intento de hacer razonar a las personas fallaba, ¿qué pasó con toda esa gente? Esa gente que siempre veía sonreír a diario, que parecían felices, ¿no era cierto? ¿era sólo una fachada para ocultarle lo que realmente el mundo es? Las rosas blancas ya no servirán de nada.
* Entre tanta duda, la niña no paraba de llorar silenciosamente, mientras a su alrededor, la gente seguía una lucha por decidir el mejor camino para vivir, por su futuro. Un futuro dónde la hermosa niña de los quesos que alegraba el mundo, no pertenecería. Ambas aldeas detuvieron su batalla al darse cuenta de ello. Para vivir en paz como una sola ciudad que, seguirá prosperando hasta el final de los tiempos, un inocente tuvo que morir, y lo único que quería era recordarles lo hermoso que puede ser el mundo, simplemente regalando una rosa blanca.
NOTA: En la versión original: la niña revive, con la misión de llevar paz a todo el mundo solamente regalando una rosa blanca